Hay determinadas plagas que de no contar con ayuda de profesionales es imposible desprenderse. Suelen ser plagas conocidas, ya sabes, cucarachas, termitas, carcomas o roedores, sino de otras plagas menos célebres que pueden ser verdaderos dolores de cabeza para la industria, establecimientos y negocios o meterse, literalmente, hasta el fondo de los armarios roperos. Hablamos, cómo no, de las plagas textiles, un amplio paraguas sobre el que se recogen desde polillas a escarabajos.

En España existen diversos insectos que pueden considerarse plagas textiles. Entre las más frecuentes están:

  • Polilla blanca y negra de las tapicerías: Es la mayor de las polillas que atacan a los tejidos y se alimenta de materiales como pieles gruesas, crines de caballo o nidos de aves. Los ambientes húmedos son especialmente cautivadores para estos insectos.
  • Polilla portaestuche de los roperos: pueden ocasionar daños importantes a tejidos como la lana, el fieltro, tapicería diversa, ropa, etc. Como consecuencia, produce agujeros regulares en los tejidos.
  • Escarabajo de las alfombras: son conocidas popularmente como ‘ositos lanudos’. Sus pelos pueden ser irritantes para algunas personas y los adultos son atraídos por la luz, pueden volar y se distribuyen por todo el mundo.
  • Polilla común de las pieles: Ataca a tejidos naturales de diferente tipo como la lana, el cuero, piel o pelo. Se libran de ser atacados los tejidos sintéticos salvo que se encuentren manchados de material atrayente para las polillas o se encuentren en contacto con materiales naturales. Como consecuencia generan agujeros de forma irregular sobre los tejidos.
  • Escarabajo de los museos o de las alfombras: Atacan tejidos naturales de origen animal como la lana, pieles, pelos y plumas. Los adultos pueden volar y en verano se alimentan también del néctar de las flores.

Cómo identificar una plaga textil.

Tejidos como la lana, angora, seda, plumas y cueros son todos ellos naturales y son especialmente atractivos para las plagas textiles. Por ello, los objetivos de este tipo de plagas son muy diversos, yendo desde las almohadas, cojines o colchones, pasando por prendas de lana o punto, y llegando hasta las alfombras, encuadernaciones de cuero o muebles tapizados.

Uno de los problemas más importante de este tipo de plagas es que en muchos casos la detectarás cuando esta plaga ya lleva actuando desde hace mucho tiempo, esto significa que la plaga ya está completamente desarrollada. Esto es debido a que insectos como las polillas de la ropa o los escarabajos de las alfombras se alimentan de las partes más profundas del tejido, por lo que acaban pasando desapercibidos si no efectuamos una limpieza regular de espacios o prendas.

De todas formas, existen algunos indicios que os comentamos ahora:

  • Insectos vivos o muertos: insectos como los escarabajos de las alfombras o las polillas textiles pueden encontrarse alrededor de las ventanas. Para confirmar la existencia de estos u otras especies, es recomendable retirar los muebles, especialmente si están encima de alfombras, y comprobar si hay insectos que tratan de volar o escabullirse.
  • Excrementos y mudas de piel: los escarabajos de las alfombras dejan excrementos del tamaño aproximado de un grano de sal, así como restos de mudas de piel de color marrón. Es recomendable darle la vuelta a las alfombras y buscar restos de excrementos de insectos, también debajo de muebles y cerca de rodapiés y esquinas.
  • Larvas: las larvas de insectos textiles suelen esconderse en sitios tranquilos y oscuros como armarios, cómodas o bajo muebles. Las larvas de, por ejemplo, los escarabajos de las alfombras son marrones con rayas más claras y están recubiertas de pelo.
  • Huevos: muy difíciles de localizar e identificar, suelen estar agrupados, aunque, por norma general, pasan muy desapercibidos a la vista.

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