Comer en la oficina se ha convertido en lo habitual para una gran parte de la población. Pedir comida al restaurante cercano de comida rápida o llevar el tupper de casa, en un intento de comer algo más sano y casero, entra dentro de la rutina diaria de trabajo de todos nosotros.
Cada vez es más común que los ratones y los ordenadores convivan con las fiambreras y los alimentos en las oficinas. La falta de tiempo para comer al mediodía hace que mucha gente elija llevarse la comida preparada de casa al trabajo. Pero debemos tener cuidado. Porque este hábito tan extendido en los últimos años supone ya no solo un problema de salud a nivel de dieta, sino que además es un foco de riesgo debido a los microbios que se acumulan en el equipamiento de escritorio.
En estos casos, se pone en riesgo la seguridad alimentaria. Los responsables de este riesgo potencial son las bacterias. En un post anterior os hablábamos de cómo desinfectar correctamente la cocina de nuestra casa. Aquí os hablamos de los hábitos de limpieza para comer en la oficina. Los microorganismos patógenos han salido del ámbito de las cocinas y comedores de casa y tienen presencia ya en las oficinas y despachos de las empresas.

Comer en la oficina. Riesgos y consejos para evitar contaminación por bacterias.
Comer en la oficina – Riesgos de los patógenos
Tal y como determinó una investigación de la Universidad de San Diego, en Estados Unidos, “existen más de 500 tipos de bacterias en los espacios de oficina”. Alarmante, ¿verdad? Estos microorganismos pueden contaminar nuestra comida, esa que suponemos sana, y hacernos mal a nuestro organismo.
Según este estudio, las mesas de oficina pueden albergar hasta 400 bacterias más que un inodoro y 100 más que una mesa de cocina. ¡Quién lo hubiera imaginado! Esto se debe a que en estos lugares se descuida más de la cuenta la limpieza. No como en cocina y baños, zonas en las que estamos muy concienciados con realizar una limpieza exhaustiva. Además, en los últimos años, los escritorios de las oficinas se han convertido en un lugar más de desayuno o almuerzo.
Los patógenos son agentes bacterianos que pueden causar diversas enfermedades. Cuanto mayor número de patógenos más posibilidades habrá de padecer una enfermedad transmitida por alimentos. Por este motivo es importante conocer lo que debemos hacer para reducir su aparición en la oficina y evitar contaminaciones.
Limpiar el escritorio
Como sabemos que muchas veces es inevitable comer rápido en el trabajo, a continuación te damos una serie de recomendaciones y pautas de higiene para evitar intoxicaciones alimentarias. Bastaría con pasar una toallita desinfectante para limpiar la zona y lavarse las manos antes de comer. Suena sencillo. Es lo que la mayoría de nosotros hace a la hora de comer en casa.
Sin embargo, menos del 40% de las personas que come en el trabajo limpia adecuadamente este espacio. Por este motivo, te recomendamos que sigas las siguientes pautas en la oficina:
- No dejes los alimentos a temperatura ambiente. Cuando llegues al trabajo, guárdalos en la nevera para que se mantengan frescos.
- Usa bolsas térmicas y envases adecuados para la conservación de los alimentos.
- Siempre que vayas a comer, lávate las manos tanto antes como después. También puedes usar toallitas o jabón desinfectante, si te resulta más cómodo.
- Limpia la zona de escritorio antes y después de comer.
- Ya sabemos que la nevera y el microondas de la oficina son usados por mucha gente y no se le presta atención. Pero sería recomendable una limpieza periódica.

Comida durante una reunión de equipo de trabajo.
Conservar la comida para llevar a la oficina
Entre uno de nuestros errores está elegir mal los platos que preparamos para llevarnos a la oficina. Por ejemplo, las comidas con huevo. El huevo suele ser caldo de cultivo de determinados patógenos, como la salmonela. Sería mucho mejor evitar este alimento y dejarlo para el desayuno o la cena, cuando estemos en casa.
Es mejor optar por una preparación más sencilla. Legumbres, patatas y cocidos son algunos de los platos que aguantan muy bien y no pierden calidad a la hora de manipularlos.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), una sola bacteria puede multiplicarse «hasta llegar a 17 millones de organismos en ocho horas donde hay calor y humedad». Por tanto, debemos conservar adecuadamente los platos preparados hasta su consumo en la oficina.
Platos fríos
Debe conservarse en la nevera hasta su desplazamiento a la oficina. Se llevará en una bolsa isotérmica que mantenga el frío. Y al llegar a la oficina, conservarlo en la nevera hasta su consumo.
Platos calientes
Se enfriará durante una hora en casa después de su preparación. A continuación, se guardará en la nevera para su conservación, y se trasladará en una bolsa isotérmica. A la hora de calentarlo en el microondas, se requiere un mínimo de 70ºC para evitar el riesgo de contaminación. En el caso de caldos y purés, también se podrían llevar al trabajo calientes, usando un termo que los mantenga mínimo a 65ºC.
Seguro que no habías pensado en los riesgos a los que se podía someter tu organismo por llevar la comida preparada al trabajo. Siempre estamos muy pendientes de cuidarnos, de no coger peso, siguiendo una dieta saludable. Pero también hay que estar alerta de otro tipo de problemas que nos puede causar la comida de túpper.
Con precaución, se puede conseguir una comida sana, barata y saludable para nuestro organismo.