Cuatro comunidades autónomas han detectado la presencia de garrapatas infectadas con el virus de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo. Las alarmantes noticias de esta semana hacen necesario más información de los peligros de estos pequeños insectos. A continuación os hablamos de las Comunidades en alerta, cómo prevenir una picadura de garrapata, y qué hacer en caso de que nos pique.

 

Garrapatas infectadas – Comunidades en alerta

Las garrapatas infectadas con el virus se han localizado en varios municipios ganaderos de las provincias de Castilla y León, Extremadura, Madrid y Castilla – La Mancha. La alerta se extendió después de que el pasado mes de agosto un hombre de Ávila falleciera por una picadura de garrapata.  El fallecido recibió una picadura de este insecto mientras paseaba por el campo. La picadura de la garrapata le contagió el virus de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo.

El caso acontecido a finales de verano fue el primero registrado de contagio con humanos. Hasta ahora, el contagio solo se había detectado entre animales. Sin embargo, este caso motivó una investigación por parte del Ministerio de Sanidad. En su estudio detectó que de las 9.500 garrapatas analizadas, tan sólo el 3% de ellas, alrededor de unas 300, podrían estar infectadas.

Por lo tanto, la probabilidad de infección en humanos en España es baja. La posibilidad de infección en las personas viene determinada por la exposición a los animales infectados con el virus.

 

Tipo de garrapata que transmite el virus

En el mundo hay cerca de 200 variedades distintas de garrapatas. Por este motivo, no todas las garrapatas transmiten esta enfermedad endémica en muchos países de África y Asia.

Las garrapatas que transmiten el virus no son las que nos encontramos en nuestros perros y animales domésticos. No se parecen nada a ellas en el modo de actuar. Las garrapatas infectadas con el virus son del tipo Hyalomma lusitanicum, las cuales nos detectan por el olor y nos buscan activamente. Hasta ahora, solo se encuentran en zonas alejadas de la población y en animales silvestres. Por este motivo son muy importantes unas recomendaciones para la gente que hace senderismo y actividades al aire libre.

 

Garrapatas infectadas

Garrapatas con virus de fiebre hemorrágica

 

Picadura de garrapata – Cómo prevenirla

Como no es cuestión de encerrarnos en casa y no salir al monte, algunos de los consejos que se dan para evitar las picaduras de garrapatas son los siguientes:

 

  • Llevar manga y pantalón largos. De esta manera reducimos el área de exposición al insecto.
  • Botas cerradas con calcetines.
  • Ropa de color claro.
  • Evitar sentarse directamente en el suelo en zonas de vegetación espesa.
  • Utilizar repelentes.

 

Posteriormente, una vez de vuelta en casa, es importante hacer una revisión del cuerpo para comprobar que estamos libres de cualquier insecto.

 

Picadura de garrapata – Qué hacer

Puede que los consejos de prevención anteriores no funcionen y finalmente nos pique una garrapata. Pero que no cunda el pánico. Lo mejor sería acudir a un centro médico para que realicen la extracción de forma segura. Si no es posible, el procedimiento a seguir es el siguiente:

  • Extraer el insecto lo antes posible del contacto con nuestra piel.
  • Para ello usaremos unas pinzas, tirando de la garrapata suavemente hacia arriba. Hay que evitar los remedios caseros como aceite, petróleo o calor.
  • Limpiar bien la herida con agua y jabón.

 

Si se extrae correctamente prácticamente no habrá riesgo de infección. Recordar que para que una garrapata infectada transmita el virus a una persona necesita al menos 48 horas. Por este motivo incidimos en que es muy importante hacer una revisión después de ir al campo.

Sin embargo, estos insectos pueden permanecer pegados a nuestro cuerpo hasta 7 o 10 días. De ahí nuestra insistencia en la importancia de la prevención al realizar actividades en zonas de monte.

 

Fiebre hemorrágica: qué es, cómo se contagia y síntomas

La fiebre hemorrágica es un proceso que cursa con fiebre alta y trastornos hemorrágicos, que puede ser transmitida por la picadura de garrapata en caso de que esté infectada con el virus. Excepcionalmente también puede transmitirse entre personas a través de fluidos.

En el  90% de los casos la picadura de garrapata es asintomática. Sin embargo, en ocasiones aparece un cuadro de fiebre, dolor abdominal, diarrea y dolores articulares, lo cual es compatible con muchas infecciones víricas. En un pequeño porcentaje, los síntomas se pueden complicar con la disminución del número de plaquetas, lo que causa hemorragias y la aparición de pequeños puntitos de color púrpura, en la piel y en las mucosas.

Si no se trata de forma adecuada, puede generar un daño hepático y renal. A día de hoy no existe una vacuna que acabe con el virus. Por este motivo han saltado las alarmas. Porque depende mucho de la fortaleza y de la reacción del cuerpo del paciente para que supere la enfermedad satisfactoriamente.

 

Esperamos que después de esta información, os quedéis  más tranquilos.