Sufrir una plaga es muy común en verano. ¿Por qué? En la época estival se dan las condiciones propicias para la proliferación y reproducción de pequeños insectos y bacterias. El aumento de las temperaturas, la abundancia de alimento y el aumento de los viajes y tráfico, hacen que la presencia de una plaga sea más fácil que durante el invierno.

Además del susto, del miedo y de las molestias ocasionadas por sufrir una plaga, también se trata de un problema sanitario. Las plagas son foco de transmisión de enfermedades y contaminación de alimentos. Además de conllevar daños materiales o económicos.

Las principales plagas del verano son las causadas por insectos. En verano es habitual sufrir una invasión de mosquitos, cucarachas, hormigas o moscas tanto en los hogares y casas particulares como en espacios públicos, establecimientos hosteleros u oficinas. Asimismo también aumentaron durante los últimos años las probabilidades de sufrir una plaga de chinches de cama, debido al turismo y al movimiento de personas propias de esta temporada. Sin olvidarnos de los roedores y las aves.

 

PLAGA DE MOSQUITOS

Los mosquitos se vuelven muy molestos durante las calurosas noches de verano, ya que entre su zumbido y las picaduras apenas nos dejan dormir.

El más común es el mosquito trompetero. Aunque preocupa la incidencia del mosquito tigre, una especie invasora de Asia, que produce una picadura muy dolorosa.

 

PLAGA DE CUCARACHAS

Aunque es más común sufrir una plaga de cucarachas en las zonas del Levante y Mediterráneo, en Galicia también se dan casos. Estos insectos se reproducen con facilidad, por lo que requiere un servicio de fumigación profesional. Les gusta la basura y la humedad, y se ven más por la noche. Entre otras enfermedades transmiten la salmonelosis o el E. Coli, las cuales si no se tratan adecuadamente pueden llegar a ser muy graves.

La plaga de cucarachas, un riesgo para nuestra salud.

 

PLAGA DE HORMIGAS

Hay catalogadas más de 15.000 especies de hormigas, pero en España las más comunes son la hormiga argentina y la hormiga negra o de jardín. Aunque no es transmisora de enfermedades, resulta una amenaza para la hostelería dada su predilección por los alimentos secos almacenados.

 

Plaga de moscas. Moscas sobre comida

Moscas contaminando alimentos

 

PLAGA DE MOSCAS

Las moscas son uno de los compañeros frecuentes durante el verano en los hogares. Resultan muy molestas, ya que no solo deterioran alimentos, sino que son un foco de enfermedades al estar en contacto continuo con lugares llenos de gérmenes y bacterias. Cada vez que una mosca aterriza, se desprende de miles de microbios. Si una mosca cae en alimentos o utensilios, los usuarios pueden ingerir gérmenes que pueden desencadenar enfermedades graves como diarrea, intoxicación alimentaria, meningitis e infecciones del torrente sanguíneo.

 

ALGUNAS MEDIDAS BÁSICAS DE PREVENCIÓN

Agua, calor y comida es una combinación explosiva para la proliferación de las plagas. Por lo que las principales medidas de prevención son evitar que confluya esta situación:

  • Limpiar los restos de comida de mesas y encimeras
  • Cerrar bien las bolsas y cubos de basura
  • Ventilar bien los espacios
  • Sellar grietas en el entorno de desagües de lavabos y fregaderos
  • Evitar el agua estancada

 

QUÉ HACER EN CASO DE SUFRIR UNA PLAGA DE VERANO

Si detectamos una plaga en nuestra casa o negocio particular lo más sensato es pedir ayuda profesional, ya que atajar el problema con medios domésticos no soluciona por completo el problema. Por tanto, es fundamental contratar los servicios de una empresa especialista en gestión y control de plagas, como Sergal, de forma que se aseguren medidas preventivas de calidad que acaben de raíz con el problema.